miércoles, 23 de marzo de 2016

A toque de pluma ....



La plata de los rifles brilla con otro brillo, un brillo apagado, difuminado por la sangre que han dejado a su paso. Ya no hay caras,  ni ojos, solo personas sin cabeza detrás de cada arma, detrás de cada disparo. Somos los nuevos dioses del universo, pero nuestro poder no pasa de esa puerta que tenemos en frente.

El cielo ya no es el de antes, ya no hay sol que de calor, ni que de esperanza. Ya no hay lluvia que de alegría y abundancia, solo tristeza y preocupación. El mar ya no es azul, ahora es morado, como la piel de los ahogados entre las piedras, hinchados de rabia y desesperación por buscar un mundo mejor. Lo peor,  no existe tal paraíso.

La sangre ya corre en ríos, va y viene con las mareas del medio día y nos deja regalos con las primeras holas del día. Cerramos puertas, ventanas y agujeros, tenemos las manos llenas de dinero y nos preocupamos de llenar nuestros bolsillos, pero ese dinero ya no es verde, es rojo o negro como el petróleo. Nos matamos por ello sin importar nada, sin importar nuestra esencia, nuestra cultura y nuestra razón de ser.

Todos nuestros dioses o el mismo con diferentes nombres no se pelean entre sí, interpretamos lo que queremos de la forma que queremos y no nos importa lo que digan los demás. Pero eso si… somos unos cínicos por pensar que los que pasa en París, Bruselas, Turquía, Grecia, Nigeria, Somalia…. No es culpa nuestra, porque si lo es.

Creemos que con poner un: Je suis… o yo soy, lo solucionamos todo, pero ¿Porque solo hacemos eso si al mismo tiempo pasa lo mismo en otros países? Es cierto, ellos no son como nosotros, menos mal, porque si no creería que todos los humanos son animales y no es cierto, también ha personas. Las mismas que ahora están enterradas  bajo tierra y sin ninguna flor en su ataúd.
Vendemos armas a nuestros enemigos y después nos echamos las manos a la cabeza, tenemos a nuestro `` enemigo ´´ en nuestra casa, durmiendo con nosotros y nos hacemos los locos para decir después: No teníamos constancia. Si en el fondo nos autodestruimos y no vemos más allá de nuestra barriga bien gorda o en el caso del peor, de su mesa de su despacho.


Pero una cosa… ¿En esta guerra quien tiene más razón? Según quien gane se dirá una cosa u otra, pero en el fondo todo tiene su origen en una palabra, que si se hiere, que si se pone en juicio o se pierde, no somos nadie en este mundo. Se comenten crímenes pasionales porque como es que este sexo inferior me va a decir algo a mí o cómo es posible que este señor de tal religión me venga a decir que es mejor. Todos los problemas, competiciones internacionales entre países y mismo el problema que tenemos encima en el congreso se basa en esta palabra: ORGULLO, pero eso sí, sin prejuicio y sin menos cabo de la cosa mueble. 

Decidme lo que opináis de esto de lo que hablo comentando abajo . Me gustaría saber vuestra opinión. 

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